Taxonomia de Bloom

 Niveles Taxonómicos de Benjamín Bloom

La taxonomía de Bloom se creó con la finalidad de que todos los alumnos sin importar la asignatura o materia las cuales estén practicando, puedan adquirir de manera más sencilla los conocimientos los cuales se les están proporcionando.  Para poder lograr este aprendizaje los alumnos deberán de saber los seis niveles que se marcan en dicha taxonomía, ya que de no ser así o no saber todos no podrá proseguir con dichos conocimientos, ya que estos van a la par uno con el otro. Los seis niveles son los siguientes: Conocimiento, comprensión, aplicación, análisis, síntesis y evaluación.

            Con dicha taxonomía, se logra que el aprendizaje se transmita de una manera clara hacia los alumnos durante una sesión o tiempo determinado. Todo trabajo o actividad que se les establezca a los jóvenes con la ayuda de dicho método, deberá de ser observada, medida y evaluada por el docente de dicha asignatura, para así levantar un reporte de lo trabajado.

            Para poder realizar la redacción de los objetivos de aprendizaje se debe de tener en cuenta cuatro puntos. El primero nos indica que se debe de escribir un verbo en presente subjuntivo al inicio de la indicación ya que es así como puedes guiarte con la tabla de verbos de la taxonomía de Bloom.  El segundo paso nos indica que debemos redactar la acción, ya que ésta debe ir en concordancia con el tema o contenido que vayas a ver en clase.  Después nos indica a través de qué, cómo o mediante qué, van a realizar la acción (aquí entra el material o instrumentos que se utilizaran durante la sesión). Por último, incluye la finalidad o lo que esperas con todo lo anterior.

En base lo mencionado anteriormente según la página “www.Docentesaldia.com” (Bloom, 2019) nos menciona que la redacción pueden seguirse los siguientes pasos de manera más detallada:

1. Iniciar con un verbo operativo, que sea observable, cuantificable y ejecutable, se sugiere utilizar verbos de la taxonomía de Benjamín Bloom.  Ejemplos de verbos útiles para diseñar indicadores en un instrumento de evaluación: analiza, desarrolla, demuestra, evalúa, construye, defiende, ejerce, sustenta, fundamenta, debate, define, aporta.

2.-Definir el contenido, tema, materia, aspecto sobre el cual se desarrolla la acción del verbo. Ejemplos: las obras teatrales, las figuras geométricas etc.

3.- Definir la calidad o nivel de exigencia en que ese verbo operativo debe ser ejecutado. Ejemplos: con claridad y fluidez, adecuadamente, pertinentemente, con precisión, con dominio, con argumentos, etc.

4.- Describir el contexto en el que se espera la acción, ya sea expresión de conceptos, procedimientos o actitudes. Ejemplos: frente al grupo, en equipo, en colaboración, en el patio escolar, frente a una audiencia, en casa, etc.

5.- Los indicadores deben ir en concordancia con los objetivos de aprendizaje o los aprendizajes esperados.

Para concluir, cabe detallar que la taxonomía nos ayuda a desarrollar los conocimientos de los alumnos que se espera que se obtenga según los aprendizajes esperados en base a determinado proyecto para así poder llevarlos cada vez hasta su límite.

 

Trabajos citados

Bloom, B. (27 de 10 de 2019). Docentesaldia. Obtenido de Docentesaldia: https://docentesaldia.com/2019/10/27/que-es-la-taxonomia-de-bloom-y-para-que-sirve/

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