Taxonomia de Bloom
Niveles Taxonómicos de Benjamín Bloom
La
taxonomía de Bloom se creó con la finalidad de que todos los alumnos sin
importar la asignatura o materia las cuales estén practicando, puedan adquirir
de manera más sencilla los conocimientos los cuales se les están
proporcionando. Para poder lograr este
aprendizaje los alumnos deberán de saber los seis niveles que se marcan en
dicha taxonomía, ya que de no ser así o no saber todos no podrá proseguir con
dichos conocimientos, ya que estos van a la par uno con el otro. Los seis
niveles son los siguientes: Conocimiento, comprensión,
aplicación, análisis, síntesis y evaluación.
Con dicha taxonomía, se logra que el aprendizaje se
transmita de una manera clara hacia los alumnos durante una sesión o tiempo
determinado. Todo trabajo o actividad que se les establezca a los jóvenes con
la ayuda de dicho método, deberá de ser observada, medida y evaluada por el
docente de dicha asignatura, para así levantar un reporte de lo trabajado.
Para poder realizar la redacción de los objetivos de
aprendizaje se debe de tener en cuenta cuatro puntos. El primero nos indica que
se debe de escribir un verbo en presente subjuntivo al inicio de la indicación
ya que es así como puedes guiarte con la tabla de verbos de la taxonomía de
Bloom. El segundo paso nos indica que debemos
redactar la acción, ya que ésta debe ir en concordancia con el tema o contenido
que vayas a ver en clase. Después nos indica
a través de qué, cómo o mediante qué, van a realizar la acción (aquí entra el
material o instrumentos que se utilizaran durante la sesión). Por último, incluye
la finalidad o lo que esperas con todo lo anterior.
En
base lo mencionado anteriormente según la página “www.Docentesaldia.com”
1. Iniciar con un verbo operativo, que sea observable, cuantificable y ejecutable, se sugiere utilizar verbos de la taxonomía de Benjamín Bloom. Ejemplos de verbos útiles para diseñar indicadores en un instrumento de evaluación: analiza, desarrolla, demuestra, evalúa, construye, defiende, ejerce, sustenta, fundamenta, debate, define, aporta.
2.-Definir
el contenido, tema, materia, aspecto sobre el cual se desarrolla la acción del
verbo. Ejemplos: las obras teatrales, las figuras geométricas etc.
3.-
Definir la calidad o nivel de exigencia en que ese verbo operativo debe ser
ejecutado. Ejemplos: con claridad y fluidez, adecuadamente, pertinentemente,
con precisión, con dominio, con argumentos, etc.
4.-
Describir el contexto en el que se espera la acción, ya sea expresión de
conceptos, procedimientos o actitudes. Ejemplos: frente al grupo, en equipo, en
colaboración, en el patio escolar, frente a una audiencia, en casa, etc.
5.-
Los indicadores deben ir en concordancia con los objetivos de aprendizaje o los
aprendizajes esperados.
Para
concluir, cabe detallar que la taxonomía nos ayuda a desarrollar los
conocimientos de los alumnos que se espera que se obtenga según los
aprendizajes esperados en base a determinado proyecto para así poder llevarlos
cada vez hasta su límite.
Trabajos citados
Bloom, B. (27 de 10 de 2019). Docentesaldia.
Obtenido de Docentesaldia: https://docentesaldia.com/2019/10/27/que-es-la-taxonomia-de-bloom-y-para-que-sirve/
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