Relatoria Secundaria

            Mi tiempo en la Secundaria, fue una de las más difíciles y complicadas que pude pasar dentro el proceso de aprendizaje ya que había varios motivos por los cuales mi desarrollo en las asignaturas no era de lo mejor.

            Mi motivación al entrar a las clases siempre estaban por los suelos, ya que desde un principio nuestro deber era tomar asiento y, sacar nuestros cuadernos y libros, para después recibir las mismas indicaciones de todos los días las cuales eran: “Leer determinadas páginas, para después proseguir con un resumen de la información más relevante o importante del tema”.  Esto era un problema ya que en secundaria, no lograba retener la información de los textos al momento de leerlos, por lo cual me quedaba atrás de mis compañeros.

            Cuando tenía algunas dudas acerca lo que estábamos viendo en clase, por lo general acudía con mis profesores en busca de su ayuda, pero mi sorpresa era que no obtenía lo que buscaba.  Por lo general los profesores al no saber explicar o resolver las dudas que surgían solo nos decían que toda la información que necesitábamos lo podíamos encontrar en nuestros libros, que solo era cuestión de leer. Por lo cual yo esto lo veía mal, ya que uno de sus trabajos como maestros es resolver esas dudas. Tal como menciono Paulo Freire: “Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores deben de contestar a las preguntas que los alumnos no han hecho.”

            Al nunca entender bien los temas que veíamos durante las clases y nunca resolver esas incertidumbres generadas por la confusión de los textos era más que obvio, que mi desempeño en los exámenes no iba a ser de lo mejor.  Pero era hay donde los maestros al ver mis calificaciones, llamaban a mis padres para mencionarles que mi desempeño estaba por los suelos, y así ser básicamente humillado juntos con otros compañeros, con los padres de familia citados.  Esto como resultado solo provoco mi desinterés en las clases, por lo cual no me importaba si aprobaba o no las asignaturas.